Esta historia comenzó hace 8 años con un sueño sencillo pero firme, empezando desde cero con una pequeña mesa de joyería en la sala de mi casa, esto durante el primer año para luego tener un espacio de coworking que funcionaba en paralelo con el taller en el centro de Bogotá.
Teníamos una alta expectativa de abrir nuestro primer taller propio, sin embargo se ve algo opacada con la llegada de la pandemia, aún así seguíamos con el corazón lleno de valentía y la convicción de compartir este momento con las personas que confiaron y las nuevas que quisieran ser parte de este sueño.
Continúo seguir con esta historia llamada Casa Gracia Joyería, en donde luego de dos años de crecimiento pudimos tener nuestra primera oficina soñada junto con el Showroom todo en un mismo lugar integrado, para que nuestros clientes nos visitarán y tuvieran una experiencia inolvidable.
Lo que empezó como un proyecto pequeño finalmente se ha convertido en un testimonio de amor, dedicación y gran esfuerzo, con el objetivo de que muchas personas porten nuestras joyas cada una va más allá de ser algo material, porque todo lo que elaboramos y entregamos se convierte en un símbolo que une sentimientos para toda la vida.
Esto es Casa Gracia, amor hecho joya.
Esta historia comenzó hace 8 años con un sueño sencillo pero firme, empezando desde cero con una pequeña mesa de joyería en la sala de mi casa, esto durante el primer año para luego tener un espacio de coworking que funcionaba en paralelo con el taller en el centro de Bogotá.
Teníamos una alta expectativa de abrir nuestro primer taller propio, sin embargo se ve algo opacada con la llegada de la pandemia, aún así seguíamos con el corazón lleno de valentía y la convicción de compartir este momento con las personas que confiaron y las nuevas que quisieran ser parte de este sueño.
Continúo seguir con esta historia llamada Casa Gracia Joyería, en donde luego de dos años de crecimiento pudimos tener nuestra primera oficina soñada junto con el Showroom todo en un mismo lugar integrado, para que nuestros clientes nos visitarán y tuvieran una experiencia inolvidable.
Lo que empezó como un proyecto pequeño finalmente se ha convertido en un testimonio de amor, dedicación y gran esfuerzo, con el objetivo de que muchas personas porten nuestras joyas cada una va más allá de ser algo material, porque todo lo que elaboramos y entregamos se convierte en un símbolo que une sentimientos para toda la vida.
Esto es Casa Gracia, amor hecho joya.